Los amigos franceses que son, sin duda los mejores lectores, recomendaban viva y entusiasmadamente a Stieg Larsson y su Millenium. Llega el libro, te "asusta" un poco la extensión, pero abres el libro y.... podríamos decir lo de tantas veces: que te atrapa, que no lo puedes dejar, que menos mal que no tienes que fichar por que seguro que perderías la prima de puntualidad, que no se debe leer en el metro porque te pasas de parada, qué bien que llueva por que te puedes quedar en casa.... todo eso, pero mientras lo disfrutas vas pensando en la inteligancia de su autor, en su sensilbilidad y delicadeza, en que no necesita frases rimbombantes, epatantes, pero que sabe resolver escenas durísimas sin un ápice de la morbosidad al uso; que los personajes están vivos y los hace reales a pesar de no ser habituales, la reivindicación de la magia del realismo bien escrito.
Y como librero, libros cómo este son una bendición. No importa qué es lo que le guste a tu cliente. Si novela realista o intimista. Si psicólogica o de acción, si de fuerte descripción de personajes, que si le gustan los libros que le permitan conocer situaciones nuevas. Si novelas más literarias o de entretenimiento.Si novela negra o novela enigma.Si la novela negra europea o la americana....
Sólo debes saber que le gusta leer. Lo recomiendas. El o ella lo leen y dentro de un tiempo te presentarán a un amigo o amiga, diciendo:es el librero que me descubrió a ¿ como se llama el sueco nuevo ese.... ?.
¿ Se puede vivir sin leer " Los hombres que no amaban a las mujeres" ?. Sí, claro que sí. Pero se vive peor
Paco Camarasa